LA MUJER VIRTUOSA Y SU LUGAR ENTRE LOS SANTOS!
(Un Resumen de La Primera Edición:)
La mujer virtuosa es corona de su marido, Porque su estima sobrepasa largamente a la de
las piedras preciosas.
Por: Apóstol P. R. Menzies I
Publicación: La Voz
Acuérdese que el Fariseo no es aquel que reconoce su error y lo cambia, sino que
aquel quien a pesar de su error, y viendo que esta en contra del plan o la voluntad de Dios, por causa de su orgullo o incredulidad,
rechaza cambiarse de su modo de pensar o actuar.
Una Mujer Virtuosa tiene su voluntad sujeta a su marido, reconociendo que él es
su cabeza y que el se enseñoreará de ella. Ella ama a su marido e hijos, y es prudente, casta, cuidadosa de su casa,
buena y sujeta a su marido en el Señor.
Una Mujer Virtuosa tiene el apoyo de su familia, y la libertad de poder hacer
algunas cosas de negocio desde su casa. Ella no deja que esto le afecte en
sus oficios de la casa ni su trabajo de cuidar, vestir y dar de comer a su familia. Esta mujer no trabaja para otro
hombre fuera de su hogar, sino que es una mujer sumisa a su propio marido, quien luego recibe alabanza departe de él y los
hijos. Ella no es una mujer perezosa ni chismosa sino que habla con sabiduría. No se acueste temprano ni se levanta tarde.
No manda su familia al restaurante o al McDonalds a comer cuando tienen que entrar temprano al trabajo, sino que ella misma
les prepara el lunche o desayuno cuando aun es oscuro.
Una Mujer Virtuosa tiene testimonio de buenas obras; cría sus hijos; practica
la hospitalidad; lava los pies de los santos; socorre a los afligidos; practica toda buena obra. Ella no se olvida de la hospitalidad,
porque sabe que por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles. Ella sirve de sus bienes al ministerio y a los santos.
Ella es una sierva del Señor y los santos, en todo aspecto.
Una Mujer Virtuosa busca trabajar en el Señor como una diaconisa. Está dispuesta
a ir a la cárcel por su testimonio, si es necesario. Ella es una mujer de Fe no fingida y de Oración. Ella No habla en la
congregación, ni enseña, ni profetisa, ni predica, sino que es sujeta. Ella aprende en silencio, con toda sujeción; ya que
no le es permitido enseñar ni ejercer dominio sobre el hombre, sino que estar en silencio.
Una Mujer Virtuosa está dispuesta a enseñar a los niños para Escuela Dominical
en un salón aparte del santuario, cuando sea necesario. También si es una anciana, ella busca enseñar a las mujeres jóvenes,
a que amen á sus maridos, a que amen á sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos:
para que la palabra de Dios no sea blasfemada. Ella no pelea para posiciones, y ayuda al Departamento de Damas a organizarse
para ayudar a las viudas, los pobres, los ministros y los santos.
Una Mujer Virtuosa esta disponible para cantar en el coro y tocar el pandero en
la iglesia. Ella nunca se parará detrás del pulpito para dirigir el coro o la Iglesia, ni tocará un instrumento de música
en la iglesia, porque sabe que esto a Dios no le agrada ya que estas posiciones les corresponden a los hombres ministros de
Dios.
Una Mujer Virtuosa Testifica de las grandezas de Dios en su vida, pero rechaza
la posición de Evangelista (compartiendo el evangelio); ya que sabe que Dios nunca envió a ninguna mujer a evangelizar. Ella
por medio de su Testimonio, gana a muchos, trayéndolos a Jesucristo (o la iglesia o el ministro de Dios), como la mujer Samaritana.
Ella reconoce su posición, por lo tanto ella nunca da Estudios Bíblicos de Salvación a nadie, ni intenta predicar en ningún
lugar.
Una Mujer Virtuosa, si tiene el don de Profecía, profetiza desde su hogar (como
las profetisas de la Biblia), y nunca intenta profetizar ni hablar en la congregación de los santos; sino aprende en silencio.
Ella evita tomar el lugar del varón de Dios, ya que el ejemplo de María (la hermana de Moisés y Aarón) quien fue castigada
por ésta acción, esta clara y fresca en su mente y corazón.
Una Mujer Virtuosa vive en Santidad sin la cual nadie verá al Señor. Ella se atavía
de ropa decorosa, con pudor y modestia; No con el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o perla, ni de vestidos
lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima
delante de Dios. Ella no se viste con traje de hombre (pantalón, etc.), porque sabe que abominación es a Jehová su Dios cualquiera
que esto hace. Ella no pinta su cara, uñas, cabello ni ninguna parte de su cuerpo, porque sabe que la Biblia relaciona a las
mujeres que se pinten como mujeres extrañas, prostitutas, y mujeres rameras. Ella tampoco permite que sus hijas se pinten
ni que se visten como varones. Ella guarda el cabello de sus varones cortado y sin pinturas, y no deja que ninguna de las
mujeres de su casa corten o pinten sus cabellos, porque sabe que esto a Dios no le agrada.
* Para el estudio completo de la Mujer Virtuosa y su Lugar entre los Santos, favor
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